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Diario de un Maltrato

Una gran sopresa

Un día tuvimos relaciones sexuales sin medios anticonceptivos, con la mala suerte de que me quedé embarazada.

El día que me enteré fue un horror, fuimos a la casa del familiar al que pidió las llaves para "hacer el amor" la primera vez, y más veces posteriormente, compramos un test, pues yo llevaba un retraso de tres semanas. Efectivamente el test salió positivo.

Yo le dije que no me creía preparada para tener un hijo, y bueno me la lió gorda, empezó a gritar, a insultarme y cuando vió que yo no cambiaba de opinión, me cogió de los pelos y me arrastró por toda la casa.

Me decía que porqué no quería tener un hijo fruto de nuestro amor. Obviamente yo me di cuenta,que si teniamos un hijo en común la tortura para esa criatura sería fatal, viendo a su padre maltratador y a su madre esclava de los deseos de este último.

Al final no me quedó otra opción que asumir que iba a tener un hijo, ya empezaba a sentirle y se me despertó el instinto maternal, yo tenía 18 años, pero lo de la edad no me importaba.

Sin embargo no iba a durar mucho mi ilusión, mientras que estaba embarazada procuraba no golpearme en el estómago e incluso parace que se cohibía a la hora de darme una bofetada, aun así alguna que otra me soltó.

Llegaron las vacaciones y nos fuimos a un pueblo de la costa para pasar unos días, ibamos con unos familiares míos, que no tenían ni idea de que él me maltrataba, delante de ellos, se portaba estupendamente conmigo, pero cuando salíamos solos cambiaba, era como el día y la noche.

Una vez salimos a un bar de copas los dos solos, yo estaba contenta, porque durante esos días me había tratado como al principio. Me puse a bailar, como hacían los demás, no es que yo fuera la única, pero se cabreó muchísimo conmigo. Nos fuimos del local y me llevó a un parque, allí empezó a insultarme como de costumbre, me dijo que era una guarra y que iba provocando y sin decir nada más me dió un puñetazo en el vientre que me dejó noqueada. Al momento se dió cuenta de lo que había hecho e intentó tranquilizarme, yo estaba preocupada por el feto, pues había sido tal el golpe que noté cómo también había repercutido nuestro futuro hijo.

Volvimos a la casa y allí me encerré en el baño, me miré y examiné para ver si había ocurrido algo, tenía una pequeña mancha de sangre, pero no le dí ninguna importancia.

Se acabaron los días de vacaciones y  yo cada día me iba dando cuenta de que no sentía al bebé, le dije a mis padres que estaba embarazada. Ellos pusieron el grito en el cielo y me dijeron que abortara, yo les dije que no quería, sin embargo me llevaron ginecólogo, y al hacerme la primera ecografía, se dió cuenta el médico de que algo no marchaba bien, por lo que se vé el feto no había soportado el puñetazo, y seguía todavía en mi interior. Me tuvieron que hospitalizar para hacerme un legrado.

Yo no me alegré en ese momento pero lo cierto es que sentí un gran alivio, cuando se lo dije a él se enfadó muchísimo, pero estabamos en la puerta de mi casa y no pudo pegarme. Eso sí, me dijo que había matado a nuestro hijo, que era mentira que estuviera muerto y que yo era la culpable de que todo aquello hubiera pasado.

A partir de ese incidente empecé a tomar la pastilla anticonceptiva a escondidas de él, para que no volviera a suceder lo mismo.

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